- El ser humano ordinario siente una repugnancia intrínseca hacia el trabajo, la mayor parte de las personas tienen que ser obligadas a trabajar por la fuerza, controladas y dirigidas.
- Al ser humano común no le disgusta esencialmente trabajar. El control externo y la amenaza de castigo no son los únicos medios de encauzar el esfuerzo humano sino que se compromete a la realización de los objetivos de la empresa por las compensaciones asociadas con su logro.
Adoptar esta segunda teoría es una forma de aumentar la motivación de los empleados.
He aquí las respuestas para entender por qué pasamos de una teoría a otra y qué características sobresalen en los empleados y los líderes de nuestros tiempos.
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Es cierto. Trabajando en otro continente, viendo como otras Supervisiones se manejan aun con el castigo y la reprensión , no entiendo como aun no se han dado cuenta que el capital de recursos humanos que tienen esta en las ideas de cada empleado y que la zanahoria en el Burro es para uno la contribución, reconocimiento y comprensión en el trabajo.
ResponderEliminarRaquel
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